La ortodoncia corrige problemas dentales y óseos, como la mala alineación de los dientes, el apiñamiento, diastemas y discrepancias óseas entre arcadas, mejorando la estética bucal.
Para poder diagnosticar correctamente a nuestro paciente tenemos que realizar un estudio que consta de radiografías (ortopantomografia y lateral de cráneo), fotos, cefalometrías y moldes.
Tras ese estudio el ortodoncista dará las posibles opciones de tratamiento y el paciente decide cuál de ellas prefiere, siempre bajo la aprobación del facultativo.
Según las necesidades de tratamiento, este puede durar entre 1 y 3 años.
Al final de dicho tratamiento el ortodoncista colocará una retención fija y otra removible para evitar movimientos, ya que los dientes tienen cierta memoria y a veces intentan volver al sitio inicial.